miércoles, 24 de agosto de 2011

Agrupacion 5 Causas Reflexion Pos electoral sobre Proyecto Sur


CAUSA SUR, comparte esta reflexion, lo que no quiere decir que acuerde necesariamente con su contenido y tampoco conoce a los cumpas de 5 Causas, no obstante, nos parece importante para sumar al debate.


Compañeros:
Frente a la derrota electoral sufrida en las elecciones primarias del Domingo 14 de agosto, la Agrupación Cinco Causas desea manifestar su posición:
El arrollador caudal de votos obtenido por la fórmula Kirchner-Boudou en las pasadas elecciones Primarias Abiertas, Simultáneas y Obligatorias (PASO) ha dejado un tendal de consternados y heridos.
Pero más allá del impacto visual de esta encuesta, es necesario hacer un análisis un poco más detallado de las causas y consecuencias.
No podemos dejar de incluir en el análisis tres elementos centrales derivados de los resultados: la recomposición de la imagen del gobierno nacional, la derrota del sector neoliberal clásico y el paupérrimo rendimiento electoral del Movimiento Proyecto Sur.
El primero, obedece a una combinación de factores, principalmente ligados a un contexto de estabilidad económica coyuntural como consecuencia principal del elevado precio internacional de la soja y el goteo que este ingreso descomunal de divisas trae aparejado. Por otro lado una gran parte de la población ha logrado mejoras relativas en forma directa e indirecta, a través de múltiples mecanismos paliativos desde el Estado hacia los sectores más postergados. El otro sector poblacional que dio respaldo a las políticas del gobierno nacional fue una importante franja de  clase media, que por un lado percibe una solidez y estabilidad económica y, por otro, es receptiva del discurso progresista del gobierno en especial lo ligado a los Derechos Humanos y el Matrimonio Igualitario.
Por supuesto que existen otros actores que también han aportado a este histórico 50 % de votos, pero el que más nos interesa y que aportó su granito de arena fue el encadenamiento de errores cometidos por el Movimiento Proyecto Sur, que dejaron la simbología de lo nacional y popular en manos exclusivas del gobierno (tanto estos errores como las cuestiones de caracterización del gobierno Kirchner se tratarán más adelante en este documento).
 
Por su parte, la derecha clásica (Alfonsín/Duhalde) ha sufrido un rotundo golpe, obteniendo muchos menos votos de los esperados y quedando prácticamente sin posibilidades de acceder a un posible ballotage en octubre. Podríamos afirmar que la aplastante mayoría del pueblo ha descartado, casi para siempre, una vuelta atrás hacia el neoliberalismo ortodoxo y sus variantes.
 
 
El Movimiento Proyecto Sur
Ya no hay excusas, ni escapatorias ni postergaciones. Los hechos nos obligan a reflexionar sobre nuestros errores, sobre el rumbo y sobre nuestras metodologías.
Desde el excelente desempeño de nuestra maquinaria y nuestros dirigentes en 2009, hasta el día de hoy, se han producido una serie de hechos y actos que no pueden ocultarse.
Hemos caídos barranca abajo en lo que respecta tanto a la estructura como a la proyección hacia el resto de la sociedad.
En este documento intentamos señalar de una forma cruda y realista lo que consideramos errores de corrección obligatoria, esto significa que no hay alternativa, o se corrigen o perecemos.
 
Las PASO y PSUR
En referencia al retroceso electoral experimentado por el Movimiento tanto en las últimas elecciones PASO como en las del 10 de julio pasado en la CABA, no podemos dejar de señalar que consideramos como uno de los errores más importantes el haber colocado nuestra principal figura pública, Pino Solanas, a competir por la jefatura de gobierno de la Ciudad. Este hecho generó un vacío muy grande en el escenario nacional que no han logrado revertir, a pesar del esfuerzo realizado, los compañeros Alcira Argumedo y Jorge Cardelli.
Pero la consecuencia más grave fue que los compañeros de las provincias se quedaron sin poder contar con la referencia de la figura de Pino para lograr instalarse.
Haber concentrado nuestra energía y nuestros recursos en el distrito de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires nos ha puesto en un repertorio discursivo distante del que veníamos manteniendo, dejando en un segundo plano nuestras consignas más fuertes y que más ponían en evidencia la verdadera esencia entreguista del actual gobierno: la recuperación de los recursos naturales, la necesidad del ferrocarril estatal, la defensa de nuestra plataforma marítima, el no pago de la deuda fraudulenta, etc.
Entendemos que el aparato del poder ha trabajado con la intención de arrinconarnos y convertirnos en un partido vecinal.  Desde esa situación, el gobierno ha utilizado la simbología de lo nacional y popular con total impunidad, sin un discurso que lo contraste y lo desnude ya que nosotros, los únicos en condiciones de contraponer una alternativa, estábamos desgastados en una pelea a la que nos lanzamos sin estar suficientemente preparados.
Este mismo error nos colocó en una posición de debilidad extrema en la negociación con posibles aliados coyunturales de nivel nacional.
A esto se suma una imagen de debilidad creciente de nuestro Partido y nuestro movimiento, principalmente en los enfrentamientos públicos con quienes, en ese momento, la mesa nacional entendía que eran nuestros aliados.
También hemos demostrado otro tipo de debilidad que tiene que ver con la coherencia discursiva al generarse fisuras frente a la segunda vuelta en la Ciudad Autónoma de Buenos Aires y la actitud de varios referentes de manifestar públicamente su intención de apoyar a Daniel Filmus.
Estas fisuras esconden problemas mucho más profundos. Por eso afirmamos que, en estas condiciones, Proyecto Sur presenta una vulnerabilidad desde el núcleo mismo de su organización que le impide crecer más allá de un pequeño grupo de militantes. Y aún así, siendo muy pocos, subsisten los internalismos, las intrigas y rivalidades que terminan cancelando cualquier proyecto de crecimiento.
Todo esto hace imposible que el Partido Proyecto Sur se pueda convertir en un Partido de masas como lo exige la coyuntura histórica.
 
La autocrítica
De toda experiencia se debe hacer una revisión. Lo que se debe buscar es una autocrítica de carácter constructivo, esto significa repasar los procedimientos y las tácticas que nos han producido un desvío de los objetivos planteados.
No es útil ni realista, más aun, es contraproducente cargar las culpas de nuestra derrota electoral sobre factores objetivos externos y ex aliados, si ello no se acompaña con otras consideraciones de carácter interno que sirva para mejorar nuestra organización y procedimientos. Por eso, debemos incorporar la práctica de la autocrítica como un hecho cotidiano, grupal, retrospectivo y constructivo.
En el caso particular de nuestro devenir como organización, estamos obligados a revisar los procedimientos internos, sistematizar la formación política y generar espacios que canalicen las inquietudes de la militancia de forma ordenada.
Las ideas y propuestas deben fluir dentro del Partido y los lineamientos políticos caer en forma de cascada hasta el último militante, manteniendo cohesión ideológica y organizativa.
 
Proyecto Sur se define como un movimiento que pretende una revolución en los ámbitos político, social y cultural. Y si plantea que es necesaria una revolución en el ámbito cultural, es porque estamos convencidos de que en los últimos treinta y cinco años, quienes ejercieron el poder político han venido realizando acciones tendientes a destruir la cultura, y especialmente la cultura política del pueblo argentino.
 
Desde la recuperación democrática, los gobiernos electivos que se sucedieron han conservado el modelo de dependencia estructural. Quienes manejan los hilos detrás de la fachada constitucional siguen siendo un puñado de grupos económicos concentrados, mayoritariamente más interesados en satisfacer los intereses de potencias extranjeras que las necesidades de la nación.
Paradójicamente, en este país que produce diez veces la cantidad de alimentos que necesita su población, ocho niños mueren cada día por causa del hambre y la desnutrición.
Por otro lado, desde el discurso oficial parece no importar que estemos entregando y contaminando la tierra, el agua y el aire, de los que dependemos para vivir. O que en nombre de lo nacional y popular, y de los Derechos Humanos, el gobierno y sus aliados provinciales expulsen, repriman y maten a los pobladores originarios de la tierra para entregársela a las multinacionales extranjeras.
En nombre de la unidad del campo popular, el gobierno infiltra y divide a los partidos políticos y organizaciones sociales con vocación transformadora, para hacerlos funcionales a sus intereses.
 
Proyecto Sur es una fuerza nueva, que aun no termina de nacer. Carece de organización, y a pesar de que se propone llevar a cabo una revolución cultural, no escapa a las circunstancias imperantes en la sociedad de la que es parte.
La conformación de su militancia es muy heterogénea y las ideas e intenciones de sus miembros no siempre son claras ni van siempre en un mismo sentido. Hay  compañeros  que creen que Proyecto Sur no debe criticar al gobierno, porque si denunciamos los asesinatos de Insfrán y Pedraza, la entrega y contaminación de los Gioja, la apropiación privada de bienes públicos por los capitalistas amigos y testaferros del gobierno, los negociados comunes entre empresarios del gobierno y empresarios de la oposición, y una larga lista que no viene al caso enunciar aquí, le estaríamos “haciendo el juego a la derecha” también existen aquellos que afirman que el modelo kirchnerista está conformado por una burguesía nacional enfrentada al imperialismo. Esta tendencia quiere convertir a Proyecto Sur en una de las variantes del bipartidismo que combatimos.
Nos debemos un debate interno, en primer lugar, de línea ideológica. Para que quede claro cuáles son las ideas y valores que defiende Proyecto Sur, de modo que los compañeros que no estén de acuerdo, se sientan en libertad de militar en una fuerza en la que se sientan ideológicamente más cómodos.
Una vez que todos los que militemos en Proyecto Sur sepamos que queremos estar ahí, debemos darnos una organización democrática. Hoy la estructura del partido no es democrática. La desconfianza que los miembros de la mesa nacional sienten respecto de todo aquél que no pertenezca al círculo íntimo, hace que Proyecto Sur contradiga en los hechos la tercera de sus grandes causas, la que proclama su vocación democrática. En los discursos se elogia a la juventud, pero en los hechos se le teme y relega.
Los miles de jóvenes que en todo el país han sumado su esfuerzo para hacer crecer y fortalecer al partido, se sienten frustrados, maltratados y dolidos cuando no son escuchados ni pueden participar en las decisiones organizativas, siquiera en sus propios territorios. No es bueno construir sobre la frustración de los propios militantes. Porque estos militantes dolidos son más susceptibles a los cantos de sirena de aquellos que buscan confundirlos.
 
 
Nuestro mensaje es estratégico y a largo plazo, y para comprometerse con él hay que estar dispuestos a sacrificarse y entregarse de lleno a cosas importantes.
Nuestro camino es largo y recién empieza. Nuestra misión consiste en insistir y persistir en la difusión de nuestro mensaje. Al mismo tiempo debemos preocuparnos por crecer en organización y en conciencia transformadora, y por estar preparados para cuando nos toque ejercer el poder.
Nos sabemos los auténticos herederos del pensamiento de Raúl Scalabrini Ortiz, de Rodolfo Walsh, y del auténtico pensamiento nacional. Tengamos en cuenta que sólo hemos sufrido una derrota electoral. Pero una derrota electoral no es un fracaso político. Fracaso político sería gobernar y defraudar las expectativas del pueblo, o traicionar nuestras convicciones mediante acciones de gobierno contradictorias con nuestras ideas y valores, tal como fracasó el Frente Grande durante el gobierno de la Alianza, que terminó convocando a Domingo Cavallo para conducir los destinos económicos de la patria.
Quizás sea necesario que perdamos alguna que otra elección más antes de que accedamos al gobierno y podamos ejercer el poder. De lo contrario, el precio será el fracaso. Mientras tanto, difundamos el mensaje, organicémonos y preparémonos para gobernar.
 
Agrupación Cinco Causas en Proyecto Sur

No hay comentarios:

Publicar un comentario