miércoles, 23 de febrero de 2011

Unidad del Campo Popular, rupturas y desafíos


Unidad del Campo Popular
Preguntas y debate
Aporte Encuentro Icho Cruz 2011

Introducción


Uno de los puntos del temario que se me ha encargado para que lo presente y entre todos lo debatamos, es el sempiterno tema de "la unidad". En este caso, "la unidad del campo popular".Solemos decir, en medio de los conflictos, que hay que mirar más lo que nos une que lo que nos desune. Alternativa por cierto válida, no obstante propongo ahora comenzar mirando con atención lo que habitualmente "nos desune" para poder neutralizar o disminuir esas "fuerzas" dispersivas. Propongo un diagóstico serio de aquello que nos atomiza y no nos deja avanzar. Obvio, como punto de partida. Luego podremos ir reflexionando como "se construye" la unidad.

"Si entre ellos se pelean..."

Veamos entonces ¿qué experiencias propias, ya sean personales o de organizaciones en las que hemos estado comprometidos, se vieron dañadas, rotas, quebradas, dificultadas, frenadas o desvirtuadas por "rupturas de la unidad". Todos y todas, seguramente, tenemos en nuestra piel, experiencias frustradas por rupturas, desencuentros, malentendidos, conflictos insuperables. Propongo partir de esas experiencias propias que seguramente nos ayudaran a DISCERNIR LAS RAZONES DE LAS CRISIS DE UNIDAD, sean de tipo ideológicas, metodológicas o emocionales. Este será el punto de partida de la reflexión, es decir, desde nuestras propias prácticas. En definitiva ¿cuáles son las razones de nuestras "peleas"?

"...los devoran los de afuera..."

Este es un tema clave. ¿Quiénes son "los de afuera"? Los de afuera... ¿son los distintos religiosos, étnicos, ideológicos, de clase social,  son los antipáticos, son los
que me defraudan, son los que no me entienden, son los que me trataron mal, los ambiciosos, los personalistas, los ególatras, los impacientes, los puristas...?
Esto supone un lugar desde donde se define el "afuera" que se quiere "imponer", el "enemigo", los que quieren "devorarnos". Si nos equivocamos en este punto, la unidad se hace quebradiza. En cualquier momento un "otro" puede pasar a ser "de afuera". Lo pongo afuera. Aquí hay  un tema delicado, si nosotros, como personas o como grupo, somos "el centro", entonces "el afuera" es inmenso. Solos podremos aceptar los "que vengan al pie". Un ejemplo: el "kirnerismo" se considera el "centro", se considera "la Patria"...todo lo demás es el afuera de la anti patria. No hay "nacional y popular" fuera de ese centro. Pero también puede ocurrir, que si no nos "agrada" el que quiere venir al pie, le cerramos el acceso, lo dejamos afuera. Somos excluyentes.   Las personas y los grupos, en alguna medida son un "centro", tienen identidad propia ¿cómo ser "porosos" de manera tal que podamos ser permeables e inclusivos de todos y todas los que se acercan sin perder la identidad propia? ¿qué dudas, sospechas, miedos, inseguridades nos hace blindados incapaces de "incorporar"? Muchas veces sentimos "la amenaza" como las dos caras de la misma  moneda: por un lado nos sentimos el eje por donde toda la realidad debe girar, si no gira en torno nuestro entonces es el "enemigo", o, por otro lado, escondemos una gran  inseguridad que nos hace ser absolutamente incapaces de abrirnos a lo distinto, esos "diferentes" también son entonces un peligro. Esta moneda es el dogmatismo o fundamentalismo. La verdad solo es "mi verdad", la que quiero imponer y la que me brinda seguridades.

En torno al fuego

La tribu se reunía en torno al fuego. En torno a la comida. En torno a sus líderes. Unidad de necesidades y de respuestas a esas necesidades. ¿Qué valores, sueños, deseos, horizontes, anhelos deben ser motivos de unidad? ¿Qué fuego debe ser el centro de unidad? A veces la unidad se logra desde arriba. Se impone el orden y la unidad. Es una unidad forzada, imperada. Es la unidad de la obediencia al jefe. Se parece muncho a dominación. El que domina une. Nuestra unidad es circular. Aquella es vertical. No es la unidad del ejército. La unidad en el marco democrático supone libertad, nadie me la impone, esta libertad supone elección y decisión. Elección y decisión en torno a...¿qué fuego? Son las cuatro causas ese fuego unificante? Es el proyecto emancipatorio? Es "la tierra sin males"?Es el mundo humanizado?Es la vida de los empobrecidos? Fijar nuestro fuego ayudará a superar las tensiones de la unidad. No obstante, hay que tener en cuenta que no existe la unidad como concepto estático, cerrado. La unidad es siempre tensa, en construcción. La unidad es siempre frágil y limitada. Es una quimera creer que todos vamos a acordar en todo. En este sentido, hay que tener la capacidad de tolerar los conflictos y las limitaciones de la unidad. A veces, muchos, prefieren quedare solos, sin problemas o ambiguedades que asumir. Es una actitud "purista". Desde ese lugar supuestamente incontaminado, se critica todo, pero no se construye nada. Determinar el fuego que funda la unidad , que nos convoca y  reúne,  nos permite dejar atrás todo lo que nos enfrenta, separa, divide pero no daña al fogón fundante. Esto requiere una cuota grande de grandeza y una cuota grande de sabiduría.
 

Redes, acuerdos, negociados

La unidad de organizaciones de campo popular pueden tener diversas características. No siempre es sencillo describir estas características, las fronteras son movedizas y cambiantes en el tiempo. Pero sirve para una mejor comprensión, al menos esta descripción provisoria. La "red" supone una unidad fuerte en torno al mismo fuego que no hace perder la identidad propia de cada "nudo". Vale como ejemplo el "nudo" Recuperar lo Nuestro enredado con Causa Sur. Las redes pueden ampliarse indefinidamente y no siempre están "en el agua", es decir, en acción. A veces, las redes están flojas hasta que llega el momento de ponerlas tensas. Por ejemplo, el "nudo" Recuperar lo Nuestro está "en red" con los cumpas de La Deuda Externa, o Casas del Alba,  pero no siempre estamos "en acción". Hay mucha bibliografía sobre el tema, no vamos a abundar. Los acuerdos son una unidad que tiene objetivos precisos, a veces a corto o mediano plazo. Es una unidad de coyuntura. Y a veces es frágil.  Se supone que el acuerdo no debe traicionar el fuego primordial, al contrario, debe llevar a él, aunque a veces por caminos complejos. Por ejemplo, Proyecto Sur acuerda con Libres del Sur, en función de acumular fuerzas. Los acuerdos son relativos, tensos y a lo mejor no todos "acordamos" con lo "acordado", valga la redundancia. Aquí es donde se suele hablar de "unidad en la acción".  Diversas organizaciones "se encuentran" en el campo de batalla, en tal o cual actividad.El negociado es la unidad de los tramposos. Cada uno espera sus propios beneficios y en cuanto puede ganar terreno sobre el otro, lo hará sin miramientos éticos. El negociado tiene la ética del beneficio propio. Que el kirnerismo esté buscando como su candidato a De la Sota es un negociado. Puro pragmatismo. Es una unidad ficticia, parece, pero no lo es.


La unión hace la fuerza, dividir para reinar

Unidad y poder son realidades intercambiables. El poder popular supone la unidad popular. Hay un desafío inmediato: la unidad de la propia organización. Hay un desafío a largo plazo: la unidad de las organizaciones populares. ¿Cómo ampliar, cuidar, profundizar,  mantener estas "unidades"?  Hemos abierto una pista: neutralizar las razones de la divisiones. Hay que buscar también otras pistas para la construcción de redes y acuerdos. Tenemos la palabra.



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